Ramiro II de León
Ramiro II de León, llamado el Grande (c. 898-León, enero de 951), fue rey de León entre 931 y 951. Sus enemigos musulmanes le llamaban el Diablo por su ferocidad y energía.
Hijo de Ordoño II, a la muerte de su padre y tras ayudar a su hermano Alfonso a llegar al trono deponiendo a su primo Alfonso Froilaz, hijo de su tío Fruela II, se hizo con el dominio del norte de Portugal (926), al que añadió el de Galicia cuando murió su hermano Sancho en 929. (ver también Alfonso Froilaz en este blog)
Luchó activamente contra los musulmanes. Derrotó a las huestes del califa omeya Abderramán III en la batalla de Simancas (939)
Ramiro II fue capaz de unir a los cristianos frente a su gran enemigo, Abderramán III, al que también se enfrentó su padre Ordoño; apoyó a los rebeldes toledanos y zaragozanos para debilitar a su contrincante, reforzó las relaciones con Navarra y extendió las fronteras de su reino hasta sobrepasar la barrera natural del río Tormes, hecho impensable hasta años antes de su reinado.
Ramiro se hizo coronar en León el 6 de noviembre de 931.
Recreación de este hecho |
En 932 el nuevo rey se trasladó a Zamora con objeto de armar un gran ejército para socorrer a la ciudad de Toledo que le había pedido ayuda contra Abderramán III.
Sin embargo, por entonces Alfonso IV ya se había arrepentido de su renuncia al trono.
A finales del 933 o principios del año siguiente, Alfonso se apoderó de León en ausencia de su hermano, con la colaboración de los nobles de Castilla y los tres hijos del difunto rey Fruela.
Enterado Ramiro II de tales movimientos a quien había encomendado el gobierno en su ausencia, marchó sobre León con sus tropas y partidarios e hizo detener y encerrar en un calabozo a su hermano. (ver historia de estos reyes en este blog)
La situación fue aprovechada por su primo Alfonso Froilaz y sus hermanos, los hijos del rey Fruela II el Leproso, para intentar acceder al poder. Sin embargo, el enérgico e inflexible Ramiro II contaba con el valioso auxilio del conde de Castilla, Fernán González, así como del rey navarro Sancho I Garcés.
En pocos días dominó la situación y persiguió a sus enemigos hasta Oviedo, donde los derrotó. Tras capturarlos, ordenó que les sacaran los ojos a todos,2 incluido a su hermano, y los confinaran en el monasterio de Ruiforco de Torío. (ver historia de estos reyes en este blog)
Una vez afianzado en el trono, Ramiro prosiguió el proceso de conquista territorial en el sur del reino.
Comenzó conquistando la fortaleza omeya de Margerit, la actual Madrid, a mediados de 932, en su idea de liberar a Toledo.
Pero ya ocupadas por al-Nasir, tiempo antes, las fortalezas de la margen derecha del Tajo,
Ramiro solo pudo desmantelar las fortificaciones de Madrid y depredar sus tierras más próximas, de donde trajo numerosas gentes, mientras Abderramán entraba triunfalmente en Toledo el 2 de agosto.
Al comienzos del verano del año 933, el propio califa se presentaba con su ejército frente a San Esteban de Gormaz o Castromoros pero Ramiro lo derrotó.
El verano de 934, otra poderosa aceifa (incursión) cordobesa marchó sobre Osma y llegó hasta Pamplona. Volvió luego sobre Álava, Burgos y el monasterio de Cardeña —donde dio muerte a 200 monjes—, comenzando a retroceder desde Hacinas acosado por guerrillas y emboscadas.
Ramiro llegó al Duero cuando el ejército cordobés ya había alcanzado Burgos y Pamplona. Tomó sin gran esfuerzo la fortaleza de Osma y esperó allí el regreso de su enemigo, que marchaba por el mismo camino de entrada, derrotándolo.
Castillo de Osma |
En los últimos años de su reinado, Ramiro II tuvo que hacer frente a los afanes independentistas del condado de Castilla. Fernán González, que hasta entonces había sido la mano derecha del monarca, incurrió en la ira del soberano al violar la tregua con el califato omeya y hacer una incursión de saqueo.
Estas disensiones entre leoneses y castellanos fueron aprovechadas por los mahometanos para lanzar varias aceifas de castigo con destino al reino cristiano.
En el 943 el conde castellano Fernán González, junto con su yerno Diego Muñoz, se levantó contra Ramiro II, pero fueron encarcelados.
La necesidad de mantener las tropas cristianas unidas llevó a su liberación en el 945, y para fortalecer los lazos con el condado de Castilla, se concertó el matrimonio entre Ordoño, hijo de Ramiro II, y Urraca, hija de Fernán González.
En 950 el monarca leonés partió desde Zamora hacia su última aventura en tierras mahometanas, realizando una expedición de saqueo por el valle del Tajo en la que derrotó una vez más a las tropas califales en Talavera de la Reina, matando a doce mil musulmanes y apresando otros siete mil, además de obtener un rico botín.
El rey de León, físicamente decaído, fue sustituido por su hijo, el futuro Ordoño III, quien prácticamente se hizo cargo de los asuntos del reino. Al regreso de un viaje a Oviedo se vio aquejado de una grave enfermedad de la que no conseguiría recuperarse.
El último acto público de su vida fue su abdicación voluntaria en León, la tarde del día 5 de enero de 951, cuando el rey debía de contar unos 53 años. Un mes más tarde falleció.
Ramiro había casado primeramente con su prima hermana Adosinda Gutiérrez con quien tuvo tres hijos:
Bermudo, muerto en su niñez, poco antes de enero de 941.
Ordoño, que le sucedió en el trono como Ordoño III de León.
Teresa Ramírez, la segunda esposa del rey García Sánchez I de Pamplona
Repudiada Adosinda, seguramente por imposición de la ley canónica, el rey contrajo un segundo matrimonio entre 933 y 93416 con Urraca Sánchez,17 hija de Sancho Garcés con quien tuvo dos hijos:
Sancho, que sucedió a su hermano Ordoño III en el trono titulándose Sancho I de León.
Elvira Ramírez, que profesó a temprana edad en el monasterio de San Salvador de Palat del Rey.
Cruz de Peñalba donada por Ramiro II |
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AL MISMO TIEMPO EN CASTILLA
Gobierna el conde Fernán González (Pulsa el enlace para conocer más)
Personaje teñido de tintes legendarios, la base patrimonial de su familia era el Castillo de Lara (Lara de los Infantes), estableciendo un poderoso linaje que alcanzará gran influencia en el reino leonés. Crece en el castillo de Lara y hereda el título de su padre tras el apresamiento y muerte de su tío Nuño.
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Gobierna García Sánchez I (Pulsa el enlace para conocer más)
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